Hace ya algunas semanas, mi hijo y yo tuvimos que acudir al médico. Por aquéllo de la excepción que confirma la regla, y que me perdone el gremio, nos encontramos ante un señor doctor de edad próxima a la jubilación pero con una gran elocuencia y disparatadas técnicas de convicción.
Pero vayamos al grano: entre sus buenos consejos, nos dejó caer uno más. Nos preguntó:
- Hijo, ¿tú cuándo te cortas las uñas?
- Me las corta mi madre cuando las tengo largas -fue la respuesta de mi hijo.
- Pero... ¿cuándo? - insistió el médico.
- ...
- Mi padre - comenzó a relatarnos el médico - siempre me decía que debía cortarme las uñas los lunes. Decía que sólo cortándolas los lunes no saldrían padrastros. Personalmente no creía ni de lejos aquella superstición absurda... aunque siempre le dí la razón, al menos siendo niño. Pero después de años escuchándole decir lo mismo y ya con algunos años de experiencia como médico... se me antojó llevarle la contraria y dudar de forma abierta de su obsesión por cortarse las uñas siempre los lunes. Quise demostrarle que aquéllo no era más que una creencia antigua basada en vaya usted a saber qué, sin fundamento y sobre todo... sin razón de ser. Comencé a cortarme las uñas todos los lunes...
(Hizo una breve pausa el médico, mirándonos por encima de sus gafas caídas a media nariz)
- Mi padre llevaba razón.
Esta historia no es fictícia. Nos ha sucedido en realidad y quería compartir algo tan curioso (y a priori tan poco creíble) con todos vosotros. La solución: haced la prueba.
Cortarse las uñas SÓLO los lunes... y adiós a los padrastros.
Por favor... dejad vuestras experiencias en los comentarios. Siempre son bienvenidos si se acompañan del respeto.