lunes, 11 de noviembre de 2013

Estudios científicos han demostrado que...

Según un estudio, hacer la cama es perjudicial para la salud. Al parecer, la razón es que esos pequeños ácaros no se sienten atraídos por nuestro lecho si está bien aireado. El estudio hace apunte incluso a la cantidad de dinero que ahorraría la sociedad en tratamientos contra el asma.
Obviamente… debe ser mucho más sano deshacer la cama entonces.



Según otro interesante estudio que hace unos días salió a la luz, unos científicos determinaron que tener unas nalgas grandes y cintura fina era, en cuanto a mujeres se refiere, sinónimo de inteligencia.
Sin duda, los cirujanos plásticos llevan años conspirando contra la inteligencia femenina haciendo liposucciones a diestro y siniestro…



Un tercer ejemplo de estudios singulares: decir tacos o palabrotas en voz alta (o muy alta) nos hace resistir más y mejor el dolor.
De esto último se desprende la razón por la que las palabrotas se han desarrollado tanto en todos los idiomas. Incluso son, muchas veces, las primeras palabras que un extranjero aprende a decir en otro idioma. Sencillamente… será miedo al dolor.




Estos son algunos casos de estudios absurdos para los que la mitad de nosotros pensamos que es un derroche de dinero y tiempo invertido y la otra mitad acabamos pensando en si realmente eso es cierto y no una tomadura de pelo. No podemos imaginarnos a un científico levantándose cada mañana de su cama y midiendo el nivel de ácaros de sus sábanas o a otro investigador, cinta métrica en mano, contando los centímetros de culo de cada candidata…

Pero lo cierto es que estos estudios existen. Son reales. Y lo que es más, tienen premio: los premio Nobel alternativos o, lo que es lo mismo, Ig Nobel.

Se trata de unos galardones que primero hacen reír y luego hacen pensar, según dice una prestigiosa revista. La ceremonia se celebra cada año en la Universidad de Harvard y son entregados por auténticos premios Nobel. En la edición de los premios Ig Nobel de 2012 se otorgó el galardón a los autores del estudio llamado cómo evitar las explosiones del gas con el que se realizan los procedimientos de colonoscopia. El año anterior el premio fue para el estudio llamado tomamos mejores decisiones cuando tenemos unas ganas agudas de orinar.

Al contrario de lo que podríamos pensar, lo cierto es que los ganadores de estos premios son muchas veces reconocidos expertos en sus áreas de conocimiento.

En fin, mi estudio personal se centra ahora en averiguar de qué bolsa de voluntarios hacen llamamiento para realizar todos estos experimentos… más que nada por si hay alguno que nos pueda interesar. Quizás el año que viene quieran experimentar sobre qué siente una persona cuando se le entrega un saco de billetes o si bañarse en oro líquido embellece la piel.


Como siempre… cuanto menos CURIOSO.



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